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Primero y ante todo, que sea la gloria para Dios. A la Nación de los Johnnie’s: estoy profundamente agradecido por el increíble apoyo y amor que me han brindado a mí y a mi familia durante estos dos últimos años. Desde luchar contra una doble cirugía en las espinillas hasta ganar una temporada regular y un campeonato del Torneo Big East frente a una multitud con entradas agotadas en el Madison Square Garden, es un sueño que atesoraré por siempre.
Gracias a cada fanático de los Johnnie’s que alentó por mí y por nuestro equipo. Su energía y apoyo incondicional significan más de lo que las palabras pueden expresar. También quiero extender mi agradecimiento, amor y apoyo a todos los dominicanos y ecuatorianos que me apoyaron a lo largo de la temporada. Fui un orgulloso representante de la comunidad latina y nunca daré eso por sentado.
A mis compañeros de equipo, gracias por motivarme y apoyarme para ser mejor cada día. Les deseo mucho éxito en sus próximos capítulos. Al entrenador Pitino y a todo el cuerpo técnico, gracias por creer en mí y permitirme mostrar mis habilidades en la Universidad de St. John’s.
Siempre estaré agradecido y siempre llevaré a St. John’s cerca de mi corazón como un orgulloso Johnnie. Gracias y que Dios los bendiga.